A veces, sin darte cuenta, te tropiezas con una esquina del
tiempo y terminas de rodillas en un rincón, en un rincón del tiempo, claro.
Cuando te has dado el rodillazo descubres que ese rincón
está lleno de recovecos, y no puedes taparte con recuerdos. Intentas ponerte Betadine en la
rodilla y observas que no hay cobijo para las heridas. No pasa nada, evocas
algún cántico y tampoco. Desistes.
La memoria es selectiva de una manera muy puñetera y,
llegados aquí, no tienes más remedio que escaparte con un poema.
El tiempo, que es así: blando y con esquinas.
Siempre mirando al frente. El tiempo es solo una ilusión un espejismo
ResponderEliminarGracias por visitar mi blog y comentar. Tienes razón al decir que el tiempo es algo difícil de describir.
ResponderEliminarMe viene a la cabeza un poema que hice hace tiempo...
ResponderEliminarAQUÍ TIENES UN AMIGO
Desvela tus secretos,
la espina clavada,
el dolor en la garganta,
las lágrimas rodadas,
las pupilas ensangrentadas,
el suplicio que sigue
a la voluntad que se degrada.
Confiesa las verdades,
experiencias del pasado,
la tristeza del alma,
el pecho que se rompe,
los recuerdos que no alivian
tu maltrecho corazón errante.
Proclama la verdad,
la locura que hiela los sentidos,
y antepón el amor y el raciocinio
a ese recuerdo
que a veces no olvida
a quien causó tus tropiezos.
Y mantén en tu registro
aquellos que te amaron y se fueron,
porque en sus labios
se ribetea la dicha
de verte feliz, aquí, en la Tierra.
Desvela tus secretos
que aquí tienes un amigo
que sanará tus males
y juntos
—sin dar ningún traspiés—
llorará contigo.
Juan M. Marza
Gracias Juan Manuel. Yo sé, y tú también, que nunca estamos solos. Siempre están con nosotros. Gracias.
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